Poblaciones del Maresme
El MaresmeVivir en
Premià de Dalt
Información básica
- Habitantes: 10.064
- Superfície: 6,60 km2
- Altitud: 142 m.
- Densidad: 1.525 h/km2
Comunicaciones
- C-1 Renfe (Premià de Mar)
- A Barcelona i conexió amb Premià de Mar
- C-32 Distancia a Barcelona 26 Km.
Poblaciones vecinas
SITUACIÓN
Premià de Dalt situado entre Teià y Vilassar de Dalt, sube por la cordillera del litoral hasta la cumbre de Sant Mateu, el punto más alto de la cordillera. Desde la ermita de Sant Mateu, de origen románico, podemos disfrutar de unas magníficas vistas de la costa y del Vallès Oriental.
HISTORIA
Por los restos arqueológicos encontrados en el poblado ibérico de la “Cadira del Bisbe”, la fundación de Premià de Dalt se fija a finales del siglo V a.C. Los primeros pobladores serían los laietans, seguidos de los íberos. Más tarde, con la llegada de los romanos, los íberos adoptaron su estructura económica y se establecieron las primeras villas romanas: Can Vilar, Les pergoles, Ca l’Escoda y Santa Anna (siglos I aC - II dC).
La nomenclatura de Premia tiene su origen posiblemente en el nombre de la villa romana Primiliani. En un primer momento el término municipal de Premia llegaba hasta el mar pero debido al aumento de población, en 1836 su barrio marítimo se independizó, formando la actual población de Premià de Mar.
En la Edad Moderna Premià de Dalt se vio impulsada por la actividad marinera de su vecindario de mar y por la aparición de la industria.
En los años sesenta se empezaron a construir viviendas de veraneo y de este modo se fueron dibujando las urbanizaciones que unen los diferentes núcleos que conforman el pueblo.
En los años ochenta, se inició la construcción de nuevas viviendas en los antiguos terrenos agrícolas situados entre Can Figueres y Can Balet, el llamado ensanche de Premià de Dalt.
CULTURA Y SOCIEDAD
El pueblo de Premià de Dalt es un municipio ordenado, que ha experimentado en los últimos años un fuerte crecimiento demográfico. Tranquilo y laboralmente dedicado a la planta y la flor, Premià de Dalt es un refugio perfecto para aquellos que buscan escapar de la realidad estresante de las grandes ciudades. La actividad socioeconómica del pueblo se centra básicamente en la pequeña y mediana empresa. También hay que destacar la actividad industrial, especialmente dedicada a la construcción. El comercio y el sector servicios han ganado fuerza en los últimos tiempos.
El pueblo destaca por la iglesia gótica de Sant Pere (s. XVI), conjuntamente con una serie de masías fortificadas con elementos medievales levantados en la montaña de Sant Mateu.
También es digno de mención el santuario barroco de la Cisa –con fachada barroca– donde se venera una imagen del siglo XV, protectora de este lugar del Maresme y que es objeto de antigua devoción popular.
El museo del pueblo, que estudia y difunde la riqueza patrimonial de la villa tiene sede en Can Figueres, una construcción de los siglos XV al XVIII. Por su parte, Can Botey acoge el Museo de la Caza y de Armas.
La torre fortificada de Can Moles, de los siglos XIV-XV, y la iglesia de Santa Anna, datada por los alrededores del siglo XVI, forman parte aun así del legado histórico y artístico del municipio